Los amenazaron deciéndoles que se iban a llevar a su hijo de cinco años. Natalia Molina y su esposo, Fernando Viscido, estaban maniatados. Habían intentado que los cuatro ladrones que les destrozaron la puerta de su casa con una columna de cemento no se pusieran nerviosos. Pero como los asaltantes no encontraban el dinero que buscaban, se acercaron hasta la habitación del chico. “Cuando se pararon frente a la puerta de mi hijo pensé: que se lleven todo”, recordó Molina al relatar ayer el robo del que fue víctima.
El matrimonio no tienen dudas de que alguien los entregó. Los ladrones sabían que habían recibido parte del dinero que obtuvieron por la venta de un VW Gol Trend, que tenían dos motos y hasta que había una escopeta en la casa.
El robo fue perpetrado ayer entre las 2 y las 2.30 en el Kilómetro 22 de la ruta 318, en Timbo Viejo, donde hace cuatro años este matrimonio instaló un almacén. “Gracias a Dios, mi hijo no se despertó. Sino habría visto cuando nos estaban apuntando con un rifle y cuando nos pegaban para que les dijéramos donde teníamos el dinero”, agregó Molina.
La Policía informó que los asaltantes, tres de ellos ya fueron detenidos (ver aparte), se hicieron de un botín cercano a los $ 45.000. Además, robaron una escopeta calibre 16, una moto Honda Tornado y otros objetos de valor. Pero, en realidad, iban tras el dinero que tenía esta familia. “Se llevaron unos $ 25.000 que teníamos ahorrados. El resto de la plata fue la que sacaron de la caja del almacén y de parte del dinero que teníamos por la venta del auto que, en realidad lo dimos como parte de pago por una ampliación que estamos haciendo en la casa”, continuó Molina quien fue entrevistada por LA GACETA mientras su esposo prestaba declaración en la Fiscalía II.
Según la declaración de las víctimas, los cuatro asaltantes los amenazaron con armas de fuego. Después de que los redujeron a golpes, los maniataron con precintos plásticos y los tiraron al suelo. Tras abrir la puerta los ladrones avanzaron directo hacia la habitación del matrimonio -al parecer los ladrones conocían la casa- y no les dieron tiempo a escapar. Luego de cometer el robo, tres ladrones huyeron en un VW Senda gris en el que circulaban y el cuarto huyó en una de las motos del matrimonio.
Viscido había conseguido liberarse de los precinto y persiguió a los asaltantes, en la camioneta de un vecino, hasta el acceso a barrio Soeme por la ruta 305; pero no los alcanzó. Su esposa fue liberada por sus vecinos y cuando corrió hasta la habitación de su hijo, se alivió al ver que el niño seguía durmiendo.